Ruth buscó incansablemente la manera de aprender y generar ingresos para conseguir un mejor trabajo. Sin embargo, a pesar de tener una amplia experiencia en sus áreas de trabajo, nunca logró alcanzar la estabilidad laboral que deseaba. Desde sus 40 hasta sus actuales 53 años, se enfrentó a un panorama duro: los empleadores de su país la rechazaban una y otra vez por su edad, ignorando sus capacidades y todo lo que podía aportar. El no saber ingles era una barrera para algunos tipos de trabajo que podían pagar bien a su edad. De esa frustración nació una chispa. Ruth pensó que debía transformar la comunicación y crear una herramienta que eliminara barreras. Su visión era clara: que cualquier agente, en cualquier lugar, pudiera comunicarse en su propio idioma y ser entendido al instante. De esa necesidad personal, y de ese deseo de cambiar la realidad, surgió esta idea innovadora que hoy busca conectar al mundo sin fronteras lingüísticas.
Ruth García, Creación y desarrollo de Software AITRANSVOICE
Caminando con pasos firmes por lograr este sueño